El primer gesto para desmentir esos supuestos rencores llegó cuando, cerca del final del partido, el DT reemplazó a dos de los referentes: Nacho Fernández y Enzo Pérez salieron para que ingresaran Bruno Zuculini y Matías Suárez. En el momento del cambio, hubo choques de manos y abrazos entre el entrenador y sus dirigidos, sobre todo con el capitán.

Más tarde, ya con la victoria en el bolsillo, Demichelis se presentó en la conferencia de prensa y allí le preguntaron por una supuesta pelea que habría tenido con Miguel Borja por un reclamo del colombiano respecto a su poca continuidad.

Luego de que el delantero lo abrazara en el festejo del gol que abrió el marcado ante Arsenal, el DT de River respondió: “Me alegro mucho de que Miguel haya vuelto al gol porque es un jugador que es feliz como cualquier delantero haciendo goles. Él tiene una gran jerarquía para poder convertir”

“No hacía falta que viniera a darme una abrazo para saber de la relación que tenemos a diario en el trabajo, donde tenemos una gran armonía, un gran respeto. Quedó en evidencia en el abrazo que él me dio que nunca estuvimos peleados, desde Rosario Central”, finalizó.