Con un triunfo se aseguraba el Torneo Apertura, un empate o una derrota lo dejaba a merced de lo que ocurriera en Ciudad Evita con Sportivo Italiano y Colegiales.

Por lo tanto, la presión recaía sobre los dirigidos por Fernando Ruiz, quienes durante el primer tiempo fueron totalmente desbordados por ese contexto.

Durante la primera parte, Los Andes no pudo plasmar absolutamente nada de lo que venía imponiendo en los últimos encuentros.

El Milrayitas fue puro nerviosismo, mientras que Cañuelas con mucha paciencia y dominio desde la mitad de la cancha comenzó a lastimar con precisión a su rival.

Al minuto 14, tras una floja respuesta de la defensa en un mano a mano, el Tambero abrió la cuenta y sembró la duda en el Gallardón con un zurdazo fulminante de Hrigoyen que enmudeció a los presentes en el estadio.

Esto desató la locura del equipo Milrayitas, que con mucha vehemencia fue a buscar el resultado, aunque dejando muy descuidado su arco, algo que nuevamente se vería reflejado sobre el minuto 46 cuando Cañuelas anotó el 2-0 por intermedio de Ulises Ojeda, tras otra desatención defensiva del equipo lomense.

El fútbol no era lo mejor para Los Andes, pero por lo menos llegaban buenas noticias desde Ciudad Evita, ya que Colegiales igualaba sin goles con Sportivo Italiano por lo que aún con la derrota, Los Andes seguía siendo campeón.

Esa motivación producida por las buenas noticias lo decantó  a salir a buscar el partido y rápidamente logró encontrar los espacios.

Sobre el minuto 10 de la segunda parte, penal para el Mil Rayitas. Una situación que Federico Martinez no dudaria en aprovechar para descontar y poner Los Andes a tiro del resultado. Ello generó una motivación tremenda que tan sólo 10 minutos después del descuento, de la mano de Ezequiel Gallegos llegaría el gol del empate, luego de una sucesión de rebotes para igualar el partido.

Ya con el resultado en paridad la situación estaba más calma, aunque todavía seguía dependiendo de que Colegiales no se imponga ante el Tano. Asi las cosas, Los Andes fue en busca de la victoria.

Sobre el minuto 30 de la mano de Manuel Brondo se desató la locura en el Eduardo Gallardón sediento de una alegria. Golazo y la hazaña, tras estar dos a cero abajo, Los Andes lo daba vuelta con empuje, garra y corazón.

Desde allí el partido cayó en una meseta total motivada por el propio Lomas que no quería arriesgarse a qué le metan el gol de empate, por lo que todo se fue durmiendo en los pases Mil Rayitas para acabar disfrutando la miel de la victoria.

De esta manera, Los Andes se pudo consagrar campeón por primera vez desde que descendió a la B Metropolitana y se asegura jugar la final por el ascenso a la B Nacional. Hoy todo Lomas estará de fiesta para festejar el primer paso hacia la vuelta a la segunda categoría del fútbol argentino.