Piden explicaciones a Kicillof por otra polémica colección de libros para las escuelas bonaerenses
En ese sentido, la titular de la comisión de Educación del Senado bonaerense reclamó conocer de manera exhaustiva los “criterios pedagógicos, técnicos y editoriales” usados para confeccionar la controversial colección y saber si se realizó un trabajo de adecuación de los textos a la madurez emocional y nivel cognitivo de los estudiantes del nivel secundario de la provincia de Buenos Aires.
Asimismo, Ahumada pidió explicaciones por la puesta en marcha de mecanismos de supervisión y control implementados para verificar que los contenidos distribuidos en los establecimientos se “ajustan a los objetivos educativos” y se corresponden con el nivel donde los mismos son impartidos.
“Si bien el caso puntual de la viralización de escenas explícitas incluidas en títulos como Cometierra y Las Primas ha despertado una justa preocupación en la comunidad educativa, este pedido busca visibilizar una problemática mayor respecto a los mecanismos y criterios que se utilizan para seleccionar materiales educativos destinados a nuestros jóvenes”, expresó Ahumada en su iniciativa.
En ese contexto, la senadora bonaerense del PRO reclamó al Poder Ejecutivo si tiene conocimiento sobre denuncias o quejas relacionadas con la inclusión de contenido explícito o inapropiado en los títulos distribuidos y, en caso de que la respuesta sea afirmativa, preguntó si la Dirección General de Cultura y Educación tomó medidas para evaluar, modificar y/o retirar estos contenidos.
Según plantearon desde la cartera de Educación a cargo de Alberto Sileoni, la colección Identidades Bonaerenses “pretende transformar la lectura individual en una ocasión de reflexión colectiva sobre lo leído, lo dicho y lo silenciado, tanto por las familias lectoras como por las instituciones educativas de las que son parte”. La colección de más de 100 títulos está dirigida a 2350 escuelas secundarias.
“Kicillof gasta en materiales que no respetan ni las edades ni la madurez de los estudiantes. Todo en nombre de una supuesta “formación” que no tiene control ni responsabilidad. La falta de transparencia es alarmante. No sabemos quién selecciona estos títulos ni bajo qué criterios”, cuestionó Ahumada.
En los considerandos de su iniciativa parlamentaria, la legisladora bonaerense recordó que hace apenas un mes presentó un proyecto similar para reclamar explicaciones sobre el proceso de selección, adquisición y distribución de títulos enmarcados en el plan “ESI en las escuelas bonaerenses, más derechos en las aulas”, dada la evidente incompatibilidad entre los contenidos que la colección abarca y las edades de los menores hacia los cuales se encuentra dirigida.
“El problema se repite y la preocupación se acrecienta cuando se distribuyen, ahora en el marco de una nueva colección, títulos que han sido rápidamente señalados por variados sectores pertenecientes a la comunidad educativa debido a la utilización de lenguaje vulgar y descripciones de escenarios sexuales explícitos. Los hechos mencionados no constituyen casos aislados, sino que se presentan como síntomas de una situación más amplia que requiere una revisión urgente”, añade la propuesta legislativa.
Consejeros generales también pidieron explicaciones por la colección de libros
En línea con el pedido de informes de Aldana Ahumada, los consejeros generales de Cultura y Educación bonaerense, Diego Julio Martínez y Natalia Quintana, le pidieron al subsecretario de Educación de la provincia de Buenos Aires, Pablo Urquiza, explicaciones sobre los criterios de selección de las obras contempladas en “Identidades bonaerenses”.
En particular, los consejeros escolares señalaron que existe un grupo de obras que las propias autoridades a cargo del programa especificaron que se deben leer con acompañamiento docente y se aclara que se tratan problemáticas de violencia de género.
Es preciso mencionar que, un grupo de padres de alumnos de una escuela de Mendoza presentaron denuncias penales contra un profesor de Lengua y Literatura por supuestamente haberle propuesto a los estudiantes a describir en detalle el contenido sexual de un libro que les asignó. Uno de los títulos en cuestión es “Cometierra”, un libro dentro del catálogo de “Identidades bonaerenses”.
Como menciona la legisladora en los fundamentos de su texto, hace poco menos de un mes también presentó un pedido de informes para que Kicillof brinde explicaciones por una supuesta millonaria compra de manuales para la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas bonaerenses.
“Bajo la coordinación de la Dirección de Educación Sexual Integral (DESI), dependiente de la Subsecretaría de Educación de la provincia de Buenos Aires, se llevó a cabo la adquisición de una serie de 28 títulos que abarca obras literarias, material de formación para docentes y herramientas pedagógico-didácticas para la aplicación de la ESI”, expuso en su iniciativa la senadora Ahumada.
En esa línea, la senadora del PRO mencionó que esta compra y distribución de estos manuales de ESI habría significado para el Gobierno bonaerense un gasto de $4 mil millones, por lo que cuestionó a la gestión de Kicillof por haber destinado esa cantidad de dinero en un contexto de profunda recesión económica.
“La adquisición de 28 títulos y su difusión por parte de la administración pública provincial a un altísimo costo, no parecería adecuarse a la situación de necesidad y urgencia que nuestra provincia atraviesa, como así tampoco lo hacen las órdenes emitidas posteriormente a la inversión inicial destinadas al mismo fin”, fustigó.
Por esta razón, Ahumada pidió que el Gobierno provincial informe acerca de la adquisición de los 1.218.000 manuales de ESI, el monto total, los proveedores y editoriales involucradas, los criterios de selección de los contenidos, de qué forma se contempló la distribución para las escuelas y los mecanismos de evaluación para medir el impacto de los materiales.
Asimismo, la legisladora de la oposición cuestionó que estos materiales vayan destinados a niños y niñas de las escuelas primarias, ya que contienen temáticas como la orientación sexual y la identidad de género. “Esto requiere un escrutinio exhaustivo para garantizar que estos temas sean abordados de manera responsable y pedagógicamente sólida”, mencionó.