El fiscal de la Causa Vialidad pidió que la Justicia deje firme la condena a Cristina Kirchner
“La persona corrupta tiene que ir presa y tiene que devolver los bienes que se llevó del Estado, porque si no el resultado del proceso es la impunidad”, afirmó este jueves en el Encuentro Internacional de la Corrupción Transnacional, que se realizó en la Casa de América, en Madrid.
Cristina Kirchner fue condenada a seis años de prisión por el caso que determinó el desvío de fondos de obras públicas millonarias en la provincia de Santa Cruz en favor del empresario Lázaro Báez. Sin embargo, la sentencia fue recurrida por las defensas de los imputados. Recién el 13 de noviembre se conocerá la decisión de Casación, que puede dejar firme el fallo u ordenar un nuevo juicio.
El juicio oral duró más de 3 años, con 130 audiencias, 600 horas de debate y 70 horas de alegatos. Se trató, en palabras de Luciani, de exponer a “una poderosa organización criminal conformada por altos funcionarios del Poder Ejecutivo”.
Durante su intervención en el encuentro en Madrid, del cual participaron funcionarios judiciales de distintos países, el fiscal recordó que había reclamado que los acusados devuelvan 1.000 millones de dólares provenientes de la corrupción.
“La impunidad queda a la vista cuando las sentencias no quedan firmes y cuando los involucrados no van presos y cuando no se devuelven los bienes al Estado. Si no, ¿cuál es el sentido de todo esto?”, expresó.
“La Justicia no puede ser garante de la impunidad. Tenemos que llegar a condenas y esas condenas tienen que quedar firmes”, agregó, y subrayó: “Hoy nuestro sistema de control en Argentina fue creado para darle posibilidades a los corruptos, y ese es un mensaje muy malo para la sociedad”.
Como ya lo hizo en otras exposiciones, Luciani habló de los dichos de Alberto Fernández cuando se estaba realizando el juicio por la causa Vialidad, que dijo: “Nisman se suicidó, espero que Luciani no se suicide”. Al respecto, recordó: “Mis hijas estaban mirando el programa y me preguntaron con mucho miedo qué estaba pasando”.
El fiscal también reveló que sufrió “todo tipo de intromisiones” tanto del exmandatario como de sus ministros, especialmente durante la etapa de los alegatos, además de recibir amenazas de muerte anónimas y ser sometidos a “operaciones mediáticas” para desestabilizarlos.