TELECREATIVA
11 de agosto de 2025 -
INFORME

El empleo formal cae y la informalidad se dispara

Crece la preocupación por el aumento sostenido de la precarización.
Crece la preocupación por el aumento sostenido de la precarización.
En medio de una economía en recesión, la informalidad laboral sigue ganando terreno en Argentina y ya afecta a casi 9 millones de personas. Los sectores más impactados: construcción, agro, gastronomía y servicio doméstico. A pesar de una leve reactivación, el empleo formal sigue sin despegar y crece la preocupación por el aumento sostenido de la precarización.

Según un informe de Argendata, basado en datos del Indec, el 42% de los trabajadores en Argentina están en la informalidad. Se trata de unos 8,8 millones de personas, de las cuales 5,5 millones son asalariados sin aportes de sus empleadores y 3,3 millones son cuentapropistas o patrones no registrados.

El dato representa una suba de 1,2 puntos interanuales, ya que en el primer trimestre de 2024 el nivel de informalidad era del 40,8%.

Los datos oficiales muestran que los grupos más expuestos al empleo informal son:

    Jóvenes hasta 29 años: 58,7%

    Mayores de 65 años: 49,5%

    Mujeres: 43,4% frente al 40,9% de los hombres

    Cuentapropistas: 62,4% trabajan en negro

    Asalariados: 36,1% no registrados

    Empleadores: 19,7% también están fuera del sistema formal

Para el sociólogo Daniel Schteingart, referente de Fundar, “el empleo formal viene muy débil” y la informalidad seguirá creciendo. Aseguró que, si bien hubo “una reactivación económica fuerte”, no fue suficiente para frenar la precarización laboral.

“El problema es que la industria y la construcción son los grandes perdedores del modelo actual, y son sectores con fuerte capacidad de generar empleo formal”, explicó. Además, alertó que millones de argentinos trabajan sin derechos básicos: sin cobertura médica, sin aportes previsionales, sin licencias pagas ni protección ante accidentes.

Consecuencias económicas: evasión, baja productividad y desigualdad

La informalidad también tiene un fuerte impacto en la economía nacional. Según Schteingart:

    Erosiona la base tributaria y complica el financiamiento del sistema previsional.

    Reduce la productividad, ya que los trabajos en negro suelen estar en sectores de baja escala y escasa capacitación.

    Genera competencia desleal, afectando a quienes sí cumplen con la ley.

    Perpetúa la desigualdad y la baja calidad del empleo en amplios sectores.

El informe histórico de Argendata muestra que la informalidad laboral tuvo varios picos:

    1986: 26,9%

    1995: 32,7%

    2003: 49,4% tras la crisis de 2001

    2024: 36%

    2025: 42%

Schteingart señaló que, aunque los métodos de medición cambiaron, hoy Argentina está en niveles similares a los de hace 15 años, con momentos aún peores tras la crisis del 2001, donde se superó el 50%.

El especialista también apuntó a los problemas estructurales del país: "Argentina tiene niveles muy altos de evasión impositiva y un sistema tributario mal diseñado. Eso desalienta la contratación en blanco", explicó. Además, la alta presión fiscal sobre el empleo formal encarece las relaciones laborales registradas y alienta la informalidad, especialmente en microempresas y trabajadores independientes.

Los rubros con mayor nivel de informalidad, según Argendata, son:

    Servicio doméstico

    Construcción

    Gastronomía

    Agropecuario

En todos estos casos, más del 60% de los trabajadores están en negro. La razón, según Schteingart, es clara: son sectores de baja productividad, con pequeñas unidades productivas difíciles de fiscalizar y costosas de formalizar.

En contraste, las industrias grandes, petroleras, mineras o financieras tienen tasas de informalidad inferiores al 15% gracias a su escala, fiscalización y sindicalización más robusta.

El informe revela una fuerte brecha regional:

Provincias con más informalidad:

    Salta: 53%

    Santiago del Estero: 51,1%

    Tucumán: 50,2%

    Corrientes: 49,7%

Provincias con menos informalidad:

    Tierra del Fuego: 14,3%

    Santa Cruz: 19,4%

    Chubut: 22,4%

    Neuquén: 22,9%

Schteingart lo atribuye al perfil productivo y desarrollo económico: las provincias más pobres, con mayor peso del agro o el trabajo informal, son las más afectadas. Las del sur, con industrias más estructuradas, tienen mejores condiciones laborales.

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