POLÍTICA
Bianco criticó a Milei por el desplome de la economía y los empleos: “No se salva nadie”
Carlos Bianco salió con los tapones de punta contra Javier Milei por el cierre de empresas y la pérdida de empleos que golpea a la provincia de Buenos Aires.
14 de Octubre de 2025
El ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, salió con los tapones de punta contra el presidente Javier Milei por la profunda crisis económica que atraviesa el país, marcada por la caída de la producción, el cierre de empresas y la pérdida de puestos de trabajo.
En una extensa exposición desde Casa de Gobierno, el funcionario bonaerense advirtió que “no se salva nadie” del deterioro generalizado que las políticas de Milei generaron en todos los sectores productivos. “Están sosteniendo la economía con varios pulmotores que se han ido agotando”, expresó Bianco, que cuestionó los anuncios del Ejecutivo nacional que, según dijo, “no tienen ningún impacto real en la vida de los argentinos”.
En ese sentido, Bianco sostuvo que la recesión ya se siente en toda la provincia de Buenos Aires, donde el parate industrial y la caída del consumo golpean por igual a grandes cadenas, pymes y comercios familiares. “Las ventas se derrumban y las fábricas cierran. No hay un solo rubro que se salve, ni los grandes ni los chicos”, enfatizó.
Según los datos que expuso Bianco, la economía acumula tres meses consecutivos de caídas y la recaudación tributaria se redujo un 10% real interanual, lo que también afecta los ingresos coparticipables de la Provincia. “La parálisis económica es total y el Gobierno no ofrece una sola medida concreta para revertirla”, cuestionó el funcionario de Axel Kicillof.
En ese contexto, el ministro hizo hincapié en los 262.000 empleos formales destruidos desde el inicio de la gestión de Milei, según cifras de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, con un impacto especialmente fuerte en los sectores de la construcción, la industria manufacturera y la administración pública.
“Perdimos casi 90.000 puestos en el Estado, 81.000 en la construcción y más de 43.000 en la industria. No se trata de números fríos: son familias que se quedan sin ingresos y sin futuro”, alertó Bianco, que también recordó que en la provincia de Buenos Aires se concentra la mitad de la capacidad industrial del país, por lo que “las consecuencias del ajuste recaen principalmente sobre los bonaerenses”.
A su vez, el funcionario subrayó que las pymes atraviesan una crisis sin precedentes, con cinco meses consecutivos de caída en sus ventas y una pérdida sostenida del poder adquisitivo de los consumidores. De acuerdo a datos difundidos por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas retrocedieron un 2,6% interanual en agosto y las grandes cadenas de supermercados registraron una contracción del 9,3% desde diciembre.
Por caso, el ministro de Gobierno mencionó el cierre de miles de panaderías en la provincia, una de las señales más claras del impacto del modelo económico en la vida cotidiana: “Cerraron 14.000 panaderías. La venta de pan cayó un 50% y la de facturas un 85%. Solo seis de cada diez máquinas panificadoras están encendidas”, advirtió Bianco, que sostuvo que los datos solo demuestran que la crisis “no es teórica ni de números”, sino que afecta directamente “a los comercios familiares que sostenían la economía local y el empleo de cercanía”.
En el plano industrial, el ministro citó informes de la Fundación FIEL y de la Unión Industrial Argentina (UIA), que confirmaron la caída del 1,2% mensual en agosto y una baja interanual del 3%, mientras que más del 40% de las empresas reportan una disminución en sus ventas. En la industria metalúrgica, agregó, la producción cayó 2,3% mensual y más del 55% de la capacidad instalada está ociosa: “Hay máquinas apagadas, plantas vacías y empresarios que no saben si podrán pagar los sueldos del próximo mes”, señaló.
En la misma línea, el ministro bonaerense alertó sobre la crisis en el sector textil, donde la producción se desplomó un 14,5% durante el primer semestre, con una pérdida de más de 4.000 puestos de trabajo y una utilización de la capacidad instalada de apenas el 44%. Bianco vinculó esta situación a la apertura indiscriminada de importaciones impulsada por el Gobierno, y afirmó que “están destruyendo la industria nacional para reemplazarla con productos importados. Es un déjà vu del neoliberalismo más crudo”.
Entre los casos emblemáticos de cierre de fábricas en territorio bonaerense, Bianco mencionó los despidos masivos en Pirelli (Merlo), el quiebre del frigorífico Anselmo, el cierre de la multinacional Magnera en el parque industrial de Pilar, la clausura de Cerámica Ilva y los recortes en Cerámica Cortines en Luján.
“Cada una de estas empresas representa cientos de trabajadores despedidos y comunidades enteras afectadas”, lamentó. “En síntesis, la política económica de Milei está llevando a la ruina a todos los sectores productivos. No hay excepciones. No se salva nadie”, concluyó Bianco.