Kicillof consiguió el dictamen para el endeudamiento, sumó cargos en el Bapro y logró llevar su paquete de leyes al recinto

En las últimas horas de este martes, la comisión de Presupuesto e Impuestos de la Cámara de Diputados bonaerense despachó por mayoría el pedido de endeudamiento por hasta USD 3.685 millones, y dejó sentada la convocatoria a la sesión doble que encarará la Legislatura bonaerense este miércoles para debatir el paquete fiscal del gobernador Axel Kicillof.

Pese a que en la antesala de la reunión el oficialismo y la oposición no se ponían de acuerdo en varios puntos del Presupuesto 2026, finalmente los 8 diputados del peronismo se abrocharon el voto del libertario dialoguista Gustavo Cuervo y lograron dejar al endeudamiento listo para ser debatido en el recinto, junto a la Ley de Leyes y la Fiscal Impositiva.

En ese sentido, Diputados abrirá la jornada legislativa con su sesión ordinaria a las 14 horas, mientras que el Senado bonaerense tiene cita a las 19, de acuerdo a las convocatorias oficiales. En otras palabras, si la Cámara baja le da media sanción a las tres normativas de Kicillof, el recinto que preside Verónica Magario podrá ponerle el broche definitivo al Presupuesto.

Para desencallar la negociación, Kicillof tuvo que ceder en varios puntos, sobre todo en relación al dinero destinado para los intendentes. La oposición logró que el “Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal” pase a ser el “Fondo de Emergencia y Fortalecimiento de Inversión Municipal“, para que los alcaldes puedan usar el monto tanto para obras como para afrontar gastos corrientes.

El cambio más importante recae en cómo se constituirá el Fondo. Si bien el texto original estipulaba que se compondría del 8% de USD1.990 millones, ahora el flamante pozo para los jefes comunales también contempla a los USD1.045 millones que correspondía a la toma de deuda que Kicillof pidió en mayo y que planeaba utilizar para cubrir vencimientos. En síntesis, el nuevo Fondo de Emergencia y Fortalecimiento de Inversión Municipal será de USD 3.035 millones.

“Está faltando un planteo que al Ejecutivo le resulta importante, que es establecer un mínimo ya a priori garantizado para los municipios. Que eso esperamos que mañana se pueda incorporar en el transcurso del día para que sea consagrado en el proyecto de ley. No es solamente el 8%, sino con un mínimo garantizado para repartir de acuerdo al código único de distribución”, detalló el diputado kicillofista, Gustavo Pulti.

La otra moneda de cambio que Kicillof tuvo que desembolsar para abrirle paso a su paquete de leyes al recinto fue la repartija de cargos en organismos del Estado que hace varios años cuentan con sillas vacantes. En ese sentido, la oposición consiguió que el Gobernador sumara cuatro asientos más al directorio del Banco Provincia (BAPRO), que pasó de 8 a 12 miembros.

De esos 12, cuatro casillas están vencidas y otras cuatro vencen en enero, por lo que la ampliación del directorio del BAPRO sirvió para darle rienda suelta a la danza de nombres para que los bloques opositores se contenten con ingresar dirigentes a varias patas del Estado. No obstante, el trámite no se podrá completar este miércoles ya que antes el Gobierno debe enviar los pliegos de los postulantes para que el Senado bonaerense los analice y los apruebe, por lo que se estima que la diligencia se oficializará la semana que viene. “Van a cobrar los cargos los que voten con nosotros“, esbozó un legislador oficialista a la salida del conclave.

El último cambio de la letra chica del endeudamiento recae en la condonación de deudas, un viejo pedido de La Cámpora y el radicalismo. Tal como informó este medio en exclusiva, Gobernación dio lugar al proyecto que presentaron en mayo el kirchnerista Juan Pablo de Jesús y el boina blanca Diego Garciarena, y les perdonó a los 135 intendentes dos importantes deudas que acarrean desde 2021.

La iniciativa establece la condonación del “Fondo Especial de Emergencia Sanitaria para la contención fiscal”, también llamado Fondo Covid, y del “Fondo Especial de Asignaciones Extraordinarias Salariales”, que fue creado en 2023 con el objetivo de coadyuvar a los gobiernos municipales para el pago de una asignación no remunerativa extraordinaria para los estatales. El monto condonado alcanza los $7.900 millones.

Pese a que están las condiciones dadas para sesionar, aún ningún oficialista ni opositor quiso confirmar que ya estén los votos para sellar el Presupuesto, la Ley Fiscal y el endeudamiento. A priori, los bloques desertores no se mostraron reacios ni a la Ley de Leyes ni a la Impositiva, pero sí mostraron resistencia a la toma de deuda de hasta USD 3.685 millones. “Hicieron muchos cambios a último momento y ahora tenemos que analizarlos. Por eso, nos abstuvimos en la votación”, confiaron desde la oposición a este medio.

La Ley de Financiamiento es el corazón fiscal del paquete de normativas que envió Kicillof, por lo que su caída dejaría al Presupuesto y a la Ley Impositiva prácticamente inútiles, o aunque sea con la imposibilidad de ser aplicados tal como quisiera el Gobernador. El engrosamiento que tuvo el monto para los intendentes podría ser el mimo que necesitaba la oposición para torcer su brazo y abrirse al diálogo. Ninguno quiere tener un revival de lo que fueron los últimos días del 2024, pero eso se determinará en la tarde de este miércoles en la sesión en espejo de la Legislatura bonaerense.

En la previa de la reunión de la comisión, desde la oposición se habían quejado de que los interlocutores que envió el Gobierno, Agustina Vila (Secretaria General bonaerense), Mariano Cascallares (Intendente de Almirante Brown) y Gabriel Katopodis (Ministro de Infraestructura), no hicieron caso a sus demandas sobre el fondo dirigido a los intendentes y tampoco presentaron una contra oferta para desencallar las negociaciones.

Tal como sucedió la semana pasada, desde el kicillofismo salieron con los tapones de punta y no solo echaron por tierra los rumores opositores acerca de que la gestión de Kicillof no envió otros números del endeudamiento, sino que también aseguraron que esa propuesta supera “por mucho” a las cifras originales de la Ley de Financiamiento. Una declaración que, finalmente, se confirmó con el envío de una nueva normativa de hasta USD3.035 millones.

“Quieren mostrar una actitud egoísta del Ejecutivo. Con toda seguridad vamos a tener un gran debate en la comisión y en el recinto. Las propuestas van a estar planteadas y documentadamente. Que no mientan más. Después con tema Presupuesto y Ley Fiscal Impositiva no hay nada insalvable, nos vamos a poner de acuerdo”, manifestaron con fastidio desde el Movimiento Derecho al Futuro.

La aprobación del Presupuesto 2026 obliga al Gobierno bonaerense a reunir los dos tercios de los votos en ambos recintos: 31 manos en el Senado y 61 en Diputados. En la Cámara alta el oficialismo requiere 10 voluntades más de las propias, mientras que en la baja, de 34. En este contexto, Kicillof necesita obligatoriamente negociar con la oposición para alcanzar la mayoría especial.

La intención de Kicillof es sancionar su pack de normativas antes del 10 de diciembre, momento en que la Legislatura bonaerense renovará sus bancas. Si bien con el recambio legislativo el peronismo sumará fuerza en Diputados y hasta incluso llegará al quórum propio en el Senado, del otro lado de la vereda La Libertad Avanza crecerá como primera minoría, lo que consolidará una oposición más veraz y menos dialoguista, por lo que calle 6 deberá tender puentes con otros bloques.

Los ojos de Gobernación están puestos en los 9 diputados libertarios dialoguistas y los 15 radicales, lo que lo deja más cerca del número ideal. No obstante, tanto la Unión Cívica Radical como Nuevos Aires y Unión y Libertad no acompañaron el texto original del Presupuesto 2026, por lo que se vislumbra un escenario de fuertes negociaciones.

Uno de los puntos que más reclama el radicalismo para aprobar el Presupuesto fue que el Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal tenga un monto fijo de $600 mil millones, actualizable y de libre disponibilidad “para fortalecer las gestiones municipales y garantizar la previsibilidad”. Este se trata de uno los reclamos más fuertes de los intendentes y que está presente en el dictamen en minoría que presentó el exinterbloque Juntos la semana pasada.

El texto original propone que el Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal se componga del 8% de la toma de deuda por USD 1990 millones establecida en la Ley de Financiamiento. Es decir que el dinero de los intendentes quedó atado al pedido endeudamiento, algo que no es del agrado de la oposición, sobre todo de los jefes comunales. Sumado a eso, la normativa redactada por el Gobernador obliga a los intendentes a usar este fondo exclusivamente para invertir en obras y les prohíbe “utilizarlo para financiar gastos corrientes”.

Ahora, el nuevo Fondo de Emergencia y Fortalecimiento de Inversión Municipal se consta de USD3.305 millones y servirá no solo para las obras, sino también para costear necesidades financieras, como la ejecución de proyectos, programas sociales y de inversión.

Además del ya mencionado ítem del Fondo de Fortalecimiento de Inversión Municipal, otro planteo opositor que se puede meter por la ventana durante las negociaciones por el Presupuesto es el pedido de cargos en organismos del Estado con casillas vacantes como el Banco Provincia, la Contaduría General o la Dirección General de Escuelas. El radicalismo, el PRO y La Libertad Avanza están pulseando entre sí por ver quiénes ocupan estas sillas.

Del lado del peronismo también tienen sus pedidos. Como informó este medio, la intendenta camporista de Quilmes, Mayra Mendoza, se quejó de la falta de detalles acerca del Fondo de Fortalecimiento para municipios. De la misma forma, el titular del Partido Justicialista bonaerense, Máximo Kirchner, también advirtió que los presupuestos “siempre se modifican y se seguramente se modificará el de Kicillof”.

En el caso de que esta tropa camporista se rebele y no quiera levantar sus manos para sancionar el Presupuesto 2026, el panorama se volverá negro para Kicillof. En el bloque de Diputados hay 10 massistas y 15 cristinistas, mientras que en Senado el número sube a 16 kirchneristas y solo uno del Frente Renovador. La ecuación no cambiará en la nueva Legislatura de diciembre: 17 diputados de La Cámpora y 10 del massismo, y 11 senadores con base en la expresidenta y 3 en el exministro de Economía.