Según detalla la resolución publicada esta mañana en el Boletín Oficial bonaerense, la fiscalización virtual para farmacias alcanzará a todos los establecimientos que “fabriquen, fraccionen, almacenen, abastezcan, distribuyan y realicen evaluación de calidad de principios activos, medicamentos, medios de diagnóstico y todo otro producto de uso y aplicación en medicina humana”.

En ese sentido, la publicación que también lleva la firma de la subsecretaria de Planificación Estratégica en Salud, Leticia Ceriani, deja establecido que la Dirección de Farmacia “implementará la fiscalización remota de los locales evaluando en cada caso la pertinencia de la utilización de este mecanismo o de la fiscalización de forma presencial”.

En los considerandos, la resolución que surge del Ministerio de Salud argumenta que la fiscalización remota cobra sentido en la provincia de Buenos Aires por su “vasta extensión territorial”, además de su diversidad geográfica, socioeconómica y demográfica, que dificulta la llegada de las autoridades de manera pronta y eficiente a todas las localidades que integran la región.

Las farmacias podrán solicitar la fiscalización remota a la provincia de Buenos Aires.

Además, la fiscalización de las farmacias es fundamental, ya que son los locales que proveen a los bonaerenses de los medicamentos y fármacos que necesitan para cuidar su salud, por lo tanto deben estar en condiciones y habilitadas por las autoridades de la provincia de Buenos Aires para ejercer su rol.

“En virtud de estas circunstancias, es pertinente destacar que la ejecución de las labores de inspección y fiscalización a cargo de la cartera Sanitaria puede verse afectadas por los costos y tiempos asociados al desplazamiento a lo largo del territorio bonaerense, además de que los retrasos en la gestión prolongan los plazos para la instalación de nuevos servicios de farmacias para la población”, explicita la resolución que tiene el visto bueno de Kicillof.

Por otro lado, el escrito resalta que el procedimiento de fiscalización remota fue utilizado durante la emergencia sanitaria por COVID-19, y demostró su correcta ejecución junto con la optimización de recursos económicos y humanos de la provincia de Buenos Aires, como así también la reducción del tiempo empleado por parte del personal en desplazamientos desde La Plata hasta los diversos puntos de la región.

En consecuencia, la fiscalización remota de las farmacias bonaerenses le permitió a la Provincia de Buenos Aires ahorrar en gastos asociados al alojamiento, alimentos y movilidad del personal encargado de dicha tarea, contemplados en las distintas dependencias como viáticos que les corresponden a los trabajadores por sus labores fuera del territorio donde se radican.