El campo bonaerense alertó por las más de 2 millones de hectáreas inundadas

“Desde CARBAP, en soledad, desde hace meses y a través de varios informes venimos alertando por la grave situación hídrica que atraviesa la provincia, lamentablemente, el tiempo nos dio la razón: hoy la crisis se profundizó y golpea tanto a la producción como a la vida diaria de miles de familias rurales“, expresaron desde la confederación.
Es que, a principios de agosto, CARBAP alertó que había más de 700.000 hectáreas afectadas en el centro oeste de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, este jueves, tras las intensas lluvias de fines de agosto, la entidad rural afirmó que la situación se agravó, por lo que el número asciende a más de 2 millones.
“Esta falta de infraestructura no solo afecta al campo, hay parajes rurales completamente aislados, donde los chicos no pueden concurrir a la escuela, donde una ambulancia no puede llegar si alguien se enferma y donde trasladarse hasta un pueblo se convierte en una odisea”, denunció la organización rural.
En ese marco, la organización detalló que las lluvias caídas entre fines de agosto y principios de septiembre agravaron un panorama crítico en el centro de la provincia de Buenos Aires. Según las imágenes satelitales relevadas entre el 2 y el 7 de septiembre, los distritos más afectados fueron 9 de Julio, Lincoln, Bolívar, 25 de Mayo, General Alvear, Carlos Casares, Saladillo, Pehuajó y Carlos Tejedor, entre otros.
En efecto, el relevamiento indicó que en esos partidos la superficie bajo agua alcanza 1,4 millones de hectáreas. Sin embargo, al sumar la cuenca del río Salado, las áreas anegadas superan los 2 millones de hectáreas, mientras que si se junta a la superficie inutilizada para la maquinaria agrícola, el número asciende a más de 3 millones.
Frente a esta situación, CARBAP insistió nuevamente en la concreción de obras hídricas largamente postergadas, la aplicación inmediata de los instrumentos previstos en la Ley de Emergencia Agropecuaria y líneas de financiamiento específicas a través del Banco Nación y el Banco Provincia.
Vale recordar que este último viernes, el gobierno bonaerense extendió el estado de Emergencia Agropecuaria mediante el Decreto 2196/25, que abarca un período ampliado del 1° de mayo al 31 de octubre. Por su parte, la actual conducción nacional también formalizó una homologación de la disposición bonaerense, con lo que se pone en marcha la asistencia federal para zonas rurales afectadas por las inundaciones, a más de cuatro meses de que el Ejecutivo de Kicillof declarara el estado crítico.
Sin embargo, pese a la jerarquización del conflicto agropecuario, CARBAP remarcó que estas iniciativas no alcanzan si las autoridades en todos los niveles de gobierno no están a la altura del desastre humano y productivo. “El interior de Buenos Aires ya no habla solo de hectáreas bajo el agua, habla de familias aisladas, de tambos que no logran sacar la leche, de caminos convertidos en trampas de barro y de productores que ven cómo un año entero de esfuerzo se pierde frente a sus ojos”, concluyó la entidad rural.
Productores bonaerenses renovaron reclamos por obras hídricas tras las inundaciones
Los productores rurales de la provincia de Buenos Aires advirtieron que las últimas inundaciones dejaron miles de hectáreas bajo agua, cosechas perdidas y un fuerte impacto económico en el interior. El representante agropecuario, Leandro Lanzinetti señaló que localidades como Bolívar, Carlos Casares y 9 de Julio quedaron “bajo el agua” y reclamó por las obras hídricas postergadas durante décadas.
Según el dirigente rural, el acumulado de precipitaciones en el centro bonaerense alcanzó 1.500 milímetros en los últimos doce meses, muy por encima de los 950 habituales. “Quedan miles de hectáreas bajo el agua, sin producir, sin pagar impuestos”, afirmó Lanzinetti, quien advirtió que la situación golpea tanto a la agricultura como a la ganadería.
En ese marco, el productor describió que producto de las inundaciones se perdió parte de la cosecha gruesa de maíz y soja, que el trigo quedó fuera de campaña por la imposibilidad de sembrar y que en los lotes de girasol “el agua llegaba hasta la altura de los capítulos, a un metro ochenta”. “No podemos sembrar en ningún lado. Eso se va a postergar para octubre o noviembre, pero ya mal encarado desde el vamos”, alertó.
Por otra parte, Lanzinetti cuestionó la falta de infraestructura hídrica por parte del Estado y recordó que el propio jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reconoció en el Congreso que el Fondo Hídrico Nacional acumula recursos sin ejecutar. “No ha habido una obra en cuarenta años”, señaló el dirigente, quien advirtió que la crisis se combina con la presión impositiva y las retenciones.