POLÍTICA
El cristinismo desató un nuevo cruce en el Senado por la demora en el reparto de cargos
El oficialismo bonaerense abrió una nueva línea de discusión en el Senado luego de que el cristinismo presionara a Verónica Magario para que convoque una sesión antes que concluya el año.
18 de Diciembre de 2025
En las últimas horas, el Senado bonaerense quedó envuelto en una nueva polémica, luego de que la presidenta de la Cámara alta, Verónica Magario, convocara a una sesión para el 26 de febrero de 2026, una decisión que desató alertó al sector del cristinismo de Unión por la Patria. Los legisladores reiteraron el reclamo de avanzar en la definición de autoridades, licencias pendientes y el tratamiento de proyectos clave para evitar que pierdan estado parlamentario.
La tensión se inscribe en la disputa que atraviesa al peronismo bonaerense y que enfrenta al kicillofismo con el kirchnerismo duro, en un contexto político marcado además por la inminente elección del Partido Justicialista provincial. En este sentido, la convocatoria a una sesión recién para el año próximo fue interpretada por el cristinismo como una señal de dilación frente a temas institucionales sensibles que permanecen sin resolución.
En este contexto, el puñado de legisladores que ya había manifestado su disconformidad con la demora en el reparto de cargos, solicitó una audiencia con carácter de urgente a la vicegobernadora. Los senadores undamentaron el pedido en la falta de respuesta a la convocatoria de una Sesión Especial que habían requerido el 12 de diciembre y reiterada tres días después sin resultados.
En la nota enviada a la titular del Senado, los legisladores señalaron que la reunión resulta necesaria para abordar “temas de relevancia institucional y de vital importancia para la gestión provincial”. Además, entre los puntos centrales del reclamo figura, en primer lugar, el tratamiento de los pedidos de licencia que continúan pendientes.
En ese sentido, los senadores advirtieron sobre la “nulidad insanable” de las licencias otorgadas durante la sesión preparatoria, al considerar que se incurrió en una “palmaria violación” del artículo 107 del Reglamento Interno del Senado, por lo que reclamaron regularizar esa situación de manera inmediata.
En segundo término, los cristinistas exigieron garantizar la integración plena del cuerpo mediante la toma de juramento de las senadoras Roxana Alejandra López y Marisa Pirillo, en caso de que se acepten las licencias solicitadas, al remarcar que se trata de una cuestión central para asegurar la representación política y el ejercicio efectivo de los mandatos.
El planteo también incluyó el pedido de tratamiento de los proyectos de ley del Poder Ejecutivo para la creación de una empresa estatal de medicamentos y la empresa estatal de emergencias, que según indicaron “resultan fundamentales para el esquema de salud y la política farmacéutica de la provincia de Buenos Aires“, una urgencia que, recordaron, fue oportunamente señalada por el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak.
Por último, los senadores oficialistas reclamaron avanzar en la regularización de las autoridades de la Cámara alta, definiendo su elección y garantizando la continuidad administrativa conforme a lo establecido en el artículo 212 del Reglamento Interno. “La prioridad es asegurar que las instituciones funcionen dentro del marco de la legalidad y del respeto a las normas que nos rigen”, afirmaron en el cierre del escrito, en el que solicitaron una pronta respuesta de Magario para fijar día y hora del encuentro.
Es preciso mencionar que, la nota fue firmada por los senadores Evelyn Díaz, Sergio Berni, Mónica Macha, María Rosa Martínez, María Laurini, Diego Videla, Fernanda Raverta, Emmanuel Santalla, Laura Clark, Sabrina Bastida y Amira Curi, quienes quedaron a la espera de una definición que permita descomprimir un conflicto que sigue tensando al oficialismo en la Cámara alta.
Es preciso mencionar que, la discusión sobre la que quiere avanzar el cristinismo sobre las autoridades de la Cámara alta no es un mero trámite, ya que implica definir no sólo las vicepresidencias del cuerpo sino también la jefatura de cada bloque, lo que impacta en la correlación de fuerzas interna y en la conducción política del Senado.
Desde el kirchnerismo proponen a la exdiputada nacional Fernanda Raverta como titular de uno de los bloques mayoritarios y también aspiran a que figuras como Sergio Berni ocupen una de las vicepresidencias, en medio de un tira y afloje con otros sectores peronistas.
Por su parte, el kicillofismo busca imponer a la senadora Ayelén Durán en la vicepresidencia primera, un lugar clave en la vía sucesoria del mando de la Cámara alta. Para este sillón, también se quieren anotar Mario Ishii por parte de La Cámpora y Malena Galmarini por el sector del Frente Renovador.
En tanto, la oposición mira con atención y cierta molestia la prolongada negociación interna. Para bloques como la UCR, PRO o La Libertad Avanza, la falta de convocatoria dilata el tratamiento de proyectos que tienen media sanción en Diputados y podrían perder estado parlamentario si no se tratan durante el período extraordinario.
