TELECREATIVA
4 de septiembre de 2025 -
BAJO EL AGUA

Productores bonaerenses renuevan el reclamo por obras tras las inundaciones

El campo bonaerense advirtió que las inundaciones dejaron hectáreas bajo agua.
El campo bonaerense advirtió que las inundaciones dejaron hectáreas bajo agua.
Luego de las lluvias intensas en el centro de la provincia de Buenos Aires que dejaron a localidades como Bolívar, Carlos Casares y 9 de Julio “bajo el agua”, el representante agropecuario, Leandro Lanzinetti, advirtió por el impacto económico de las inundaciones en el campo bonaerense y reclamó por las obras hídricas postergadas durante décadas.

Es que, como expuso este medio en notas anteriores, el acumulado de precipitaciones en el centro bonaerense alcanzó 1.500 milímetros en los últimos doce meses, muy por encima de los 950 habituales, y derivó en una “crisis hídrica” que impactó de lleno tanto en la agricultura como en la ganadería. “Quedan miles de hectáreas bajo el agua, sin producir, sin pagar impuestos”, afirmó el dirigente rural.

En ese contexto, las lluvias no sólo afectaron a las familias del interior bonaerense por la intransitabilidad de los caminos rurales, sino que también pusieron en riesgo la campaña agrícola al interrumpir el ciclo de los cultivos de verano y frustrar la siembra de invierno. “Se perdió parte de la cosecha gruesa que no se pudo cosechar”, sostuvo Lanzinetti, quien agregó que “todavía hay montones de lotes sin cosechar de maíz y de soja”.

Al respecto, Lanzinetti describió que en los lotes de girasol “el agua llegaba hasta la altura de los capítulos, a un metro ochenta”, y sostuvo que el trigo quedó fuera de la campaña porque “básicamente no se pudo sembrar”. Sobre este punto, el productor agropecuario encendió las alarmas del campo bonaerense y anticipó que la próxima siembra podría tener un arranque incierto: “No podemos sembrar en ningún lado. Eso se va a postergar para octubre o noviembre, pero ya mal encarado desde el vamos”.

Por otra parte, la producción de ganadería tampoco quedó al margen de las inundaciones que afectan al centro de la provincia. “Hay muerte de terneros, no se puede llegar a los campos, no se le puede dar de comer a la hacienda. Imagínense una actividad como el tambo: hay que sacar la leche todos los días y meter un camión de comida todos los días, imposible”, relató con preocupación el referente rural.

Según estimaciones del sector, el 60% de las 500.000 hectáreas de Bolívar está bajo agua y en Carlos Casares “prácticamente todo el partido está afectado”, con caminos rurales cortados y una red vial deteriorada. En ese marco, los representantes del campo bonaerense recordaron que desde febrero realizaron tareas de acondicionamiento con sus propios recursos, pero advirtieron que las últimas lluvias arrasaron con esos esfuerzos.

Frente a este escenario, el productor agropecuario cuestionó la falta de infraestructura para el escurrimiento por parte del Estado, luego de que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reconoció en su último informe de gestión ante el Congreso que el Fondo Hídrico Nacional acumula recursos sin ejecutar. “No ha habido una obra en cuarenta años”, afirmó.

Finalmente, el portavoz del campo bonaerense subrayó que el peso de la crisis cae sobre los productores, que soportan al mismo tiempo las retenciones a nivel nacional y la presión impositiva provincial del Inmobiliario Rural y de Ingresos Brutos. “Va a ser mucho quebranto para muchísimas empresas. ¿Qué vas a vender, si no se sembró y no se cosechó?”, fustigó Lanzinetti.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reconoció en su último informe de gestión ante el Congreso que el Fondo Hídrico Nacional acumula recursos sin ejecutar, mientras el campo bonaerense enfrenta el drama de las inundaciones y reclama obras urgentes. El funcionario de Javier Milei precisó que al cierre del mes de julio, el fideicomiso contaba con casi $155 mil millones en plazos fijos y Lecaps, aunque sólo se destinaron $14.090 millones en el primer semestre.

La confesión desató la furia del campo bonaerense, que denunció la paralización de obras claves en la provincia de Buenos Aires. En ese marco, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) advirtió que más de un millón de hectáreas en distritos como Bolívar, 25 de Mayo, Carlos Casares, Hipólito Yrigoyen y 9 de Julio quedaron anegadas, con la producción agropecuaria al borde del colapso.

En la misma línea, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) expresó su respaldo a los productores de la provincia y reclamó al Gobierno nacional una serie de medidas urgentes como financiamiento con tasas diferenciales, alivio fiscal y disponibilidad de maquinaria vial. “Escuelas sin clases, ambulancias que no pueden llegar y familias sin acceso a bienes básicos exigen soluciones inmediatas”, advirtieron desde la entidad.

Por su parte, Francos argumentó que mientras el Plan Maestro de la Cuenca del Salado quedó paralizado, los recursos se destinaron a otros rubros, incluso al mantenimiento de radares meteorológicos. Frente a este escenario, la Provincia de Buenos Aires convocó tanto a productores como vecinos en la localidad de Bragado, donde presentó un plan preliminar para el Nodo Bragado con balances de caudales y obras de mitigación.

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